Una dieta variada y equilibrada junto con el deporte, una buena arma contra la depresión post-vacacional.
«La rutina es necesaria y nos da seguridad, pero también puede llegar a ser muy aburrida. Por eso nos gusta romperla de vez en cuando. Para que este mes de septiembre no resulte idéntico a otros meses, cosa que puede hacer que perdamos la motivación, en la consulta suelo recomendar empezar a practicar algún deporte, estudiar un idioma, aprender música… Son actividades que pueden ayudar a que el síndrome post-vacacional sea más llevadero», explica Branco.