Anemia ferropénica

Qué es la anemia ferropénica?
La anemia es un trastorno caracterizado por la disminución de la hemoglobina sanguínea hasta niveles inferiores a los normales, disminución de eritrocitos y del volumen corpuscular medio. La hemoglobina es una molécula encargada de transportar oxígeno por el cuerpo. Al estar en menor cantidad, no se alcanzan las necesidades de oxígeno demandadas por el organismo para realizar sus funciones vitales.
La OMS acepta la presencia de anemia cuando los valores de la concentración de hemoglobina (Hb) en sangre es inferior a:
La anemia es la última manifestación de la insuficiencia crónica de hierro y aparece bastante tiempo después de agotadas las reservas
de hierro en el organismo.
La anemia ferropénica está producida por un déficit de hierro. Éste es necesario para que el oxígeno se una a la molécula de hemoglobina y así poder transportarlo.
Es la anemia más frecuente en la población, principalmente en mujeres
, por la pérdida de sangre durante la menstruación.
Cuáles son los síntomas generales de la anemia ferropénica?
– Debilidad, cansancio y fatiga.
– Dolores de cabeza.
– Sentirse malhumorado.
– Problemas de concentración.
– Caída de pelo y fragilidad de las uñas.
– Mareos.
– Color de piel pálido.
– Dificultad para respirar
– Lengua adolorida
Factores de riesgo para padecer anemia
-Dieta carente de ciertas vitaminas y minerales: el bajo consumo de vitamina B12, ácido fólico, vitamina C y hierro en la dieta puede provocar anemia.
– Menstruación: es una pérdida de sangre fisilógica por lo que la depleción de hierro es mayor que en los varones o mujer menopáusicas.
– Embarazo: en este estadio, la sangre del cuerpo aumenta, por lo que las reservas de hierro se tiene que repartir entre la madre y como fuente de hemoglobina para el bebé.
– Trastornos intestinales: alguna enfermedad del tracto digestivo (enfermedad de Crohn, celiaquía, síndrome de malabasorción…) o ciertas intolerancias pueden reducir la absorción de nutrientes esenciales o aumentar su eliminación.
– Hemorragias: la pérdida de sangre por un accidente, lesión, úlcera, pólipos o tumores en el organismo provocan el agotamiento de las de hierro.
– Enfermedades crónicas que deplecionan el hierro.
– Otros: exposición a sustancias químicas tóxicas, alcoholismo, algunas infecciones, trastornos autoinmunes…
Necesidades nutricionales de hierro
En función de la edad y sexo, las necesidades nutricionales de hierro van cambiando. Es adecuar la ingesta a la par que aumentan o disminuyen estos requerimientos. A continuación se muestra una tabla con la clasificación de la demanda de hierro (Fe) dependiendo de estos factores que hemos comentado.
Tratamiento anemia ferropénica
1. Farmacológico: Es la principal medida en caso de anemia ferropénica.
2. Dietético: Para prevención y coadyuvante del tratamiento con fármacos. El tratamiento dietético consiste en la implementación de una dieta alta en hierro.
Biodisponibilidad y absorción del hierro
El hierro se aporta a través de la dieta o de medicamentos. El hierro se absorbe principalmente en el duodeno y, en menor cantidad, en el yeyuno proximal. Se absorbe en alrededor del 10{e32a5e2104e015d1a0e6144639bea1ac7ead3244581fcc2e8fc2df33db1bbd17} del total de hierro ingerido y el resto se elimina por las heces. La absorción puede variar, dependiendo de varios factores, entre los que se encuentran: los de tipo nutricional, en los que influye la cantidad; el tipo de hierro de los alimentos y la presencia de activadores o inhibidores de su absorción.
Fuentes de hierro
Existen dos tipos de hierro: hemo y no hemo.
– El hierro hemo es fácilmente absorbible por nuestro organismo. Está presente en alimentos de origen animal como carnes, pescados, mariscos, aves, embutidos, huevos*, lácteos*
* Inhiben la absorción de hierro no hemo
-El hierro no hemo se absorbe en mucha menor proporción que el hierro hemo, independientemente de la cantidad de hierro presente en el propio alimento, pero no por ello debemos despreciarla. Está presente en alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, cereales), productos enriquecidos con hierro y sales medicamentosas.
• Recuerda que aunque haya mayor cantidad de hierro en algunos alimentos debes clasificarlos en hierro hemo o no hemo para saber si se absorben en mayor o menor cantidad. Por mucho hierro que tenga el alimento, si no somos capaces de absorberlo, no nos lo aportará a nuestro organismo y no aumentará las reservas de hierro endógenas.
Consejos para facilitar la absorción del hierro
– Tomar carnes, aves, pescados y mariscos aporta altas cantidades de proteínas y vitamina B12 que activan la absorción del hierro.
– Preparar las legumbres con cereales, proteína animal y una fuente de vitamina C aumentan la absorción del hierro no hemo. (Ej: Lentejas con arroz, conejo y pimiento verde).
– Tomar kiwis, fresas, naranjas, mandarinas, limón o pomelo (todos ellos tienen alto contenido en vitamina C) con fuentes de hierro no hemo.
– Los lácteos (leche, yogures y queso) disminuyen la absorción del hierro en un 25 {e32a5e2104e015d1a0e6144639bea1ac7ead3244581fcc2e8fc2df33db1bbd17}, por lo que se deben consumir en tomas diferentes.
– La yema del huevo contiene la fosfovitina que inhibe la absorción del hierro no hemo.
-La fibra(cereales), oxalatos (chocolate y verduras hoja verde) fitatos (verduras de hoja verde) reducen la absorción del hierro no hemo.
– Los taninos y polifenoles ( café, té, cacao, vino tinto, cervezas…) inhiben la absorción de hierro no hemo, por tanto debe separarse su consumo de las comidas principales.
– Las fofoproteínas de la soja reducen la absorción del hierro no hemo.
– Es recomendable tomar alimentos enriquecidos o fortificados en hierro.
Vanesa Mouro Felpeto
Fátima Branco Parra
Consulta nutricional Fátima Branco Parra